Pasé toda la campaña de Breath of the Wild tomando fotos a los monjes
Sin duda alguna, The Legend of Zelda: Breath of the Wild es uno de mis juegos favoritos. Podría escribir acerca de cómo la dirección artística moldea la narativa y la experiencia jugable con cada minuto que lo juegas. Pero no, hoy voy a mostrarles mis 75 fotos de monjes que he tomado durante toda la campaña, sólo porque sí.
En realidad hay un contexto más detallado. Usualmente tengo que tomar fotos para hacer cobertura de juegos, y con el tiempo le he agarrado pasión al arte de tomar fotografías en los videojuegos. Los monjes nos esperan al final de cada santuario. Después de un reto mental o de habilidad, estos te reciben en su estado más trascendental para premiarte con orbes espirituales que te ayudan a tener más salud y mayor resistencia. Cada reto de los más de 120 es único y requiere de paciencia, habilidad y de sentarse a analizar el excelente diseño de niveles.
Tomé las fotos de los monjes por un motivo especial. Verán, los artistas detrás de Breath of the Wild fácilmente pudieron haber puesto el mismo tipo de monje genérico sentado con las piernas cruzadas y su sombrero detrás de la espalda, sin embargo fueron más allá. Cada monje presenta pequeños cambios en sus posturas: algunos tienen el sombrero puesto, otro en vez de tenerlo tienen un velo, algunos sostienen unos aros en una mano, otros las extienden, entre muchas otras opciones.
En fin. Honestamente, no son cambios demasiado variados, pero son sutiles, y hacen la diferencia de un diseño artístico bueno a uno de alta calidad; me dan a entender que verdaderamente tienen una pasión por el juego, manteniendo al jugador con constante sorpresas. Lo mismo puedo decir del diseño del mundo, el cual nos mantiene ocupados en cada minuto, respetando tu tiempo y sin distraer de forma tan directa, es algo que cuesta ver en otros juegos de mundo abierto con éxito.
Según uno de los detrás de escenas del juego, el mundo antiguo que vemos en Hyrule está basado en el periodo Jōmon (縄文時代, Jōmon jidai). Poco sabemos de él, considerando que ocurrió entre 14,000 a 1001 A.C.. Parte del juego es tener ese encuentro con lo desconocido y relacionarlo con nuestros con los monjes, los cuales pueden reflejar cierta personalidad con sus posturas y contar algo de ese extraño pasado. Quizá estoy yéndome más llá de lo necesario, pero justamente esta narrativa implícita es parte de lo maravilloso de Breath of the Wild.
Dado el anuncio de Hyrule Warriors: Age of Calamity, me entró una gran nostalgia de este juego que apenas terminé el año pasado tras meses de jugarlo. Su arte visual me evoca muchas emociones. Acá un vistazo en gif de todos los monjes a los que les he tomado foto.
Adicionalmente quedan invitados a formar parte de la comunidad de Estado Gamer LA en Discord para hablar de más temas de Zelda, Nintendo y mucho más. Y acá les dejo la galería para que los contemplen de a pocos. Pueden tocar la imagen para verla en pantalla grande: