Quantum League – Análisis
Los argentos de Nimble Giant Entertainment nos traen Quantum League, un shooter en primera persona con una mecánica bastante interesante como eje central.
Juego: Quantum League
Género: Multijugador en línea
Subtítulos: Inglés, español, italiano, francés, japonés
Doblaje: Inglés
Jugadores: 1v1, 2v2 en línea
Desarrollador: Nimble Giant Entertainment
Distribuidor: Nimble Giant Entertainment
Plataformas y fecha de salida: 15 de Abril del 2021 para PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch, PC vía Steam
Precio inicial: $9.99 en Steam
Cuántico todo es mejor
Ya sea que juegues solo o en partidas de 2 contra 2, cada ronda de Quantum League dura exactamente treinta segundos. Según el modo de juego que hayas seleccionado, tu objetivo será eliminar al equipo contrario, tomar control de varios puntos en la arena o controlar un punto central. Luego de estos treinta segundos, el tiempo retrocede al punto de inicio, y es aquí donde la cosa se pone interesante.
Al iniciar la segunda ronda, lo que hiciste durante la primera será ejecutado por tu clon del pasado y tomarás control ahora de una nueva instancia de tu personaje. Este efecto es acumulativo hasta que alguno de los dos bandos obtenga la ventaja y anote un punto. Es en este momento donde se borran los clones y se procede a la siguiente fase de la partida.
La mecánica es simple en papel, pero te tomará unas cuantas partidas comenzar a entender exactamente cuáles son las ventajas y estrategias que debes emplear para ganar. Para darle un poco de personalización, puedes escoger de una gama de personajes, cada uno con sus habilidades innatas que te darán una pequeña pero significativa ventaja en combate.
El sistema de progreso no ofrece ninguna varianza en las habilidades de los personajes, por lo que es la habilidad lo que determina quién saldrá airoso de cada combate. Dicho esto, los reglamentarios skins estéticos están presentes y puedes desbloquearlos usando puntos que obtienes al jugar. Algunos de ellos sí requerirán de cierto nivel en las partidas rankeadas, pero ese es un requisito comprensible. En general, el juego en su lanzamiento está muy centrado en lograr que los jugadores no tengan obstáculos técnicos y simplemente jueguen.
Engañosamente profundo
Quantum League ofrece un tutorial para su mecánica más distintiva, pero es risiblemente insuficiente. Las mecánicas de disparo son sólidas y las seis armas con las que cuentas (una principal por ronda, más una pistola secundaria) tienen sus usos específicos. Los niveles son simples pero con suficientes elementos y verticalidad para hacer interesantes los enfrentamientos. En estos términos, el juego es un shooter muy sólido.
El principal obstáculo, si es que se le puede llamar de esta forma, es la curva de aprendizaje. Sea cual sea el modo de juego en el que incursiones, dominación de un punto, de varios o “ataque de los clones” (la modalidad deathmatch clásica adaptada al concepto de ciclos temporales) hay muchas cosas que el tutorial no te dice y debes descubrir de forma confusa, por ti mismo. Es parte del juego y en cierta forma es parte de lo que hizo interesantes nuestras sesiones de juego.
Hace falta un doctorado para entender la balacera cuántica.
Esto no le resta a la calidad del juego como shooter competitivo. Todo lo contrario. Su singular modo de juego se presta para niveles estratégicos que pocos juegos del género siquiera pueden imaginar.
Sin embargo, no deja de ser una espada de doble filo, ya que al tener esta barrera de entrada y no ser free-to-play su población no será la misma de otros juegos que conforman su competencia directa. Este es un tipo de juego que vivirá o morirá por su capacidad de atraer cierto nicho de jugadores dedicados.
Conclusión
Quantum League introduce una mecánica al shooter de arenas clásico que, si bien toma un poco de tiempo comprenderla a plenitud, representa una alternativa muy interesante para jugadores que busquen un reto diferente y con mucha profundidad.
