Doom Eternal – Lo mejor del 2020
Arte por ExCharny vía Deviant Art
Este es uno de muchos títulos destacados del 2020 que publicaremos a lo largo de enero y febrero ¡Estén atentos! Acá la lista actualziada
Doom Eternal tenía como misión impresionar a los fans de su anterior entrega (Doom 2016) además de encontrar la forma de alzar la barra del ya de por sí frenético shooter en primera persona. Esta secuela no solamente lo logró, sino que expandió su oscuro universo a nivel de historia y jugabilidad de una manera inesperada.
Lee nuestro Análisis de Doom Eternal
El equipo de desarrollo inició con el propósito de mejorar la jugabilidad del juego de tal forma que, retroactivamente, Doom 2016 se sintiera injugable. Para muchos fans definitivamente lo lograron.
Además de expandir el arsenal del Doomslayer de manera significativa, con modificadores para cada arma y bonificaciones especiales al utilizarlas, la movilidad y los poderes que puedes adquirir durante la extensa campaña para un jugador te convierten en una máquina matademonios aun más impresionante que antes. El diseño del juego, enfocado en recompensarte por ser agresivo, se mantiene y se potencia con la inclusión de nuevos enemigos que te mantendrán siempre en alerta.
Además de mejorar su sistema de combate y movimiento, el juego ahora posee una modalidad nueva de multijugador. En esta, un jugador tiene el rol del Doomslayer y se enfrenta a otros dos jugadores que controlan diversos tipos de demonios con habilidades especiales. Esta modalidad es similar a los juegos competitivos de combate asimétrico, pero con el nivel de violencia y velocidad característico de la franquicia.
A la fecha, la campaña principal ha sido expandida gracias a un DLC (The Ancient Gods: Part 1) con otra más en camino. En términos de contenido, es difícil no recomendar un juego moderno que mantiene un nivel incremental de acción a través de una campaña de más de 12 horas de duración. En esto, sin duda, los desarrolladores se esforzaron para mantener a sus fans contentos. Su banda sonora, compuesta nuevamente por Mick Gordon en esta secuela, es razón suficiente por sí misma. Si disfrutaste de la versión del 2016 y no has probado esta secuela, es una gran recomendación.
