Análisis de Bloodstained: Curse of the Moon
A pesar de que decenas de Aventuras de Exploración (o Metroidvanias) se lanzan en el mercado, pocos capturan el espíritu de Castlevania, aquel escenario tenebroso lleno de criaturas que nos irán sorprendiendo conforme avancemos. Y no los culpo, esos juegos no tienen que ser un Castlevania para ser buenos. No obstante, Bloodstained: Curse of the Moon es una excepción que no veía venir, es un juego que nos presenta el esquema clásico de la clásica saga de Konami, desarrollado por el mismo equipo -fuera de Konami- como una precuela que viene a introducir al esperado éxito de Kickstarter llamado Bloodstained: Ritual of the Night, el cual se estrenará para el 2019.
Bloodstained: Curse of the Moon es una aventura de acción y plataformas en 2D con una dirección artística orientada a 8-bits. Fue desarrollada por Inti Crates y supervizada por Koji Igarashi, la leyenda detrás de Castlevania: Symphony of the Night y muchos otros Metroidvanias, o como él mismo prefiere llamar: Igavania. El juego está disponible para Xbox One, Playstation 4, PC Steam y Nintendo Switch por el precio inicial de $9.99. Yo he decidido adquirir una copia de Switch para la reseña.
Jugabilidad
La finalidad del juego es avanzar nivel por nivel derrotando enemigos hasta llegar al jefe de turno mientras te haces más fuerte y escoges los mejores caminos para llegar al final. Utilizas hasta 4 personajes a lo largo de la pequeña campaña, cada uno con distintas habilidades. Tenemos a Zangetsu, que ataca velozmente con una especie de katana, Miriam, que salta más alto que todos, se desliza y abarca buen ataque a distancia con su látigo. Luego está Alfred, un mago que tienes los poderes mágicos más fuertes y Gebel, un tipo que posee poderes sobrenaturales que le permiten lanzar proyectiles en tres direcciones (como el spreader de Contra) y se convierte en murciélago.
Dependiendo de la situación, podremos rotar el uso de los personajes con L o R según la situación, ya sea para volar con Gebel y alcanzar lugares inaccesibles, utilizar el congelamiento de Alfred para destruir a los enemigos fácilmente o bien alcanzar lugares lejanos con el salto de Miriam.
Igualmente, el diseño de niveles está sumamente bien logrado, de manera que no tengamos que depender de ningún personaje entre sí, convirtiéndose más en una opción conveniente para el juego que en una presión para el jugador de no morirse. Aunque claro está que si tienes al equipo completo, te será más fácil escoger los caminos conforme vayas avanzando, que por cierto da más rejugabilidad, con variedad de lugares que puedes visitar nuevamente una vez que tengas al personaje desbloqueado.
Hablando de dificultad, es bastante justa. Puede que recuerde mucho a los Castlevania de NES, pero sólo de fachada, puesto que su dificultad no es para nada injusta y está bien medida. Cada vez que un personaje se muere, tu equipo restante se devuelve hasta el inicio de la sección donde falleció. Pierdes una vida cuando todos mueren. Igual obtienes corazones para curar salud y vidas cada 20,000 puntos con las típicas bolsas de dinero que te encuentres y derrotando enemigos. Eso sí, no es para subestimarlo, ya que requiere de ciertas destrezas. Ya con el segundo o tercer intento podrás vencer fácilmente a un jefe.
A diferencia de los clásicos Castlevanias, en Curse of the Moon puedes desplazarte en toda la habitación (atrás y adelante) mientras permanezcas en ella. Eso sí, puede resultar molesto el hecho que no se pueda saltar o defenderte mejor mientras subes escaleras. De la misma manera muchas veces planeas jugar con un personaje, pero al morir este, tendrás que matar al resto de tu equipo si quieres empezar desde cero, ya que no hay otra forma de volver al punto de control.
Contenido
Zangetsu es un cazador de demonios decidido acabar con un mal que ha nacido en un misterioso castillo. Con el tiempo, se le unen aliados, malditos por el uso de piedras demoniacas, que le ayudarán a cumplir su objetivo, todo con la idea de salvarse ellos mismos. Eso se sabe únicamente por el texto del inicio, después de ahí tenemos poco diálogo y bastante acción, directo al grano.
El juego consta de mucha variedad de escenarios, enemigos y habilidades. Peleamos contra guerreros de acero, criaturas de la noche y un selecto grupo de jefes muy originales y efectivos sin sentirse repetitivo, desde una tortuga gigante que escupe hielo hasta un maestro del dinero que pelea con monstruos de, pues, dinero. En mi segunda vuelta del juego, he pasado por escenarios no vistos con nuevos enemigos y obstáculos. Merece la pena considerando que la duración del juego es corta y por cada vez que lo pasemos obtendremos distintos finales. Diría que es corto en el buen sentido.
Hay muchas habilidades para Zangetsu, Miriam y Alfred, aunque en ocasiones no siempre obtendremos el objetos que queremos. No es lo mejor considerando que aquí no hay opción para cambiarla, obligando al jugador a romper el candelabro primero para saber lo que nos saldrá. También podremos subir nuestro máximo de ataque, defensa, salud y corazones para el uso de habilidades o magias.
Sonido
Otra sorpresa y golpe a la nostalgia fue la impecable banda sonora en pseudo 8-bits de la compositora Michiru Yamane, que con su experiencia previa en juegos como Symphony of the Night ha dejado más que claro el estilo de Bloodstained, con muchos aires siniestros y melodías enérgicas por doquier que escucharás en tu cabeza después de jugar.
Adicionalmente, el juego goza de textos en inglés y japonés, con efectos sonoros bastante apropiados. Mencioné que era pseudo 8-bits porque algunos sonidos en realidad se escuchan bajo un formato distinto, como las voces los personajes.
Gráficos
Es interesante ver cómo los estudios tratan de emular los juegos de antaño como la NES y Sega Master System con las tecnologías de ahora. Lo digo porque tampoco es tarea fácil pensar en que los enemigos y personajes vayan a tener menos animaciones que el estándar actual, quizá esto dio pie a dar un mejor trabajo a los niveles y su dificultad. Igual los jefes muestran sumo trabajo en su apariencia y pequeños detalles como el movimiento de triunfo de cada personaje son bienvenidos. Otra ventaja es que hay muchas paletas de colores, por supuesto porque no hay limitaciones gráficas.
Conclusión
Inti Crates ha tenido sus altibajos en los últimos años, pero Bloodstained: Curse of the Moon representa un paso adelante que nos recuerda lo mejor de los viejos Castlevania, creando una aventura entretenida. Recomiendo el juego para los que quieren un juego de calidad que demanda poco tiempo y una dosis justa de diversión.
Lo Bueno
- Excelente diseño de niveles.
- Variedad de caminos y formas de jugar con tus personajes.
- Diseño artístico de jefes un tanto original.
- Soberbia banda sonora.
Lo Malo
- Problemas con algunas mecánicas.
Puntaje:
- Jugabilidad: 9
- Contenido: 8
- Sonido: 9
- Gráficos: 9