Thor: Ragnarock – Impresiones

Para su tercera entrega, el director Taika Waititi decide darle a la saga de Thor: Ragnarock un tono muy distinto a sus anteriores películas, lo cual sin duda causará reacciones diversas en los fans tanto del dios nórdico como del universo de Marvel. ¿Qué nos ofrece esta singular aventura espacial?

¿De Qué Trata?

Atormentado por visiones apocalípticas, Thor se embarca hacia lo más profundo del inframundo con el fin de encontrar su significado. Al regresar a su hogar, descubre que Loki ha estado usurpando el trono de su padre en Asgard y ha exiliado a Odin. Al encontrarlo, este les revela la inminente llegada de Hela, la diosa de la muerte, la cual ha estado esperando por miles de años para retomar el trono.

Juntos, Loki y Thor deberán poner a un lado sus diferencias para enfrentar a Hela y salvar al pueblo de Asgard de esta nueva amenaza.

Lo Bueno

A no ser que seas de la escasa minoría que pensaba que Thor y sus películas eran las mejores del universo cinemático de Marvel, es probable que disfrutes bastante el cambio de estilo de Thor: Ragnarock. Desde su paleta de colores hasta su banda sonora, podemos notar un cambio bastante drástico. Aquel drama shakespeariano que marcó el estilo de sus dos primeras partes ha sido reemplazado por un tono completamente comédico, muy al estilo de Guardianes de la Galaxia 2.

Colores vibrantes fueron utilizados muy de acorde a las nuevas locaciones que visitan los personajes. Los diálogos dramáticos y pesados del pasado fueron reemplazados con chistes, uno tras otro, constantemente, que junto con un ritmo más acelerado le dan más un tono de comedia de acción que de aventura épica. El lado bueno de esto es que el resultado es una película altamente entretenida y bastante graciosa. Una mejora notable en la saga, en especial en comparación con la película anterior, que resultó ser una de las más genéricas y olvidables de todo el catálogo de Marvel.

Lo Malo

Con su nuevo estilo de comedia de acción, vienen dos aspectos negativos también. Primero, nada de lo que sucede se siente relevante, ya que dos segundos después de cada momento (supuestamente) dramático o gran evento todos vuelven inmediatamente a su rutina de comedia. No hay momento durante la trama en la que se sienta que los personajes están en riesgo, a pesar de que sí hay algunos cambios fundamentales para el personaje de Thor. En esencia, no hay sorpresas que no sirvan un fin meramente comédico ni momentos emocionantes que no se resuelvan en cuestión de segundos.

Segundo, y tal vez más importante, es que este nuevo estilo de películas parece ser la ruta que tomará Marvel para algunas de sus franquicias, mas no todas. Esto desafortunadamente está creando un conflicto con otras de sus películas, las cuales poseen un tono más aterrizado y menos psicodélico. El resultado puede significar una mezcla un tanto extraña de estilos en las futuras películas de Los Vengadores a estrenarse el año que viene, las cuales estarán dirigidas sin duda con una visión más oscura.

Veredicto