Just Cause 4 – Análisis
Con muchos problemas técnicos en algunas de sus versiones y una creciente apatía de de parte de los fans de la saga, Just Cause 4 llega para PlayStation 4, Xbox One y PC, una vez más desarrollado por Avalanche Studios. Con una tibia recepción en su entrega anterior, ¿puede la cuarta parte reavivar el interés de los jugadores modernos?
Un paso adelante, dos hacia atrás
Es justo y necesario mencionar algunas cosas de la producción de Just Cause 4 pueden ofrecer contexto a los que nunca han jugado alguna de sus entregas. Inspirada en películas de acción como Commando y Rambo, Just Cause es una franquicia de juegos de mundo abierto en tercera persona que tienen dos ingredientes principales e invariables en su receta:
- Incitar rebeliones armadas a combatir regímenes dictatoriales en países de climas variados (que por supuesto hablan inglés, pero con acento extranjero y una que otra expresión en su idioma).
- Hacer explotar billones de dólares en equipo militar enemigo de las formas más impresionantes y divertidas.
El protagonista de la saga, Rico Rodríguez, es un ejemplo perfecto del estereotípico héroe de acción ochentero: rudo, atlético y con un talento nato para la destrucción y las conversaciones cortas. Su equipo especial de combate está complementado por un cable retráctil que puede ser modificado con diferentes funciones, un paracaídas que se abre o cierra más rápido que lo que duras leyendo esta oración, y finalmente su traje aéreo (conocido también como traje ardilla), con el cual puede planear a gran velocidad. Todos estos elementos conjugados crean algunas de las mejores secuencias de acción y destrucción que un videojuego puede ofrecer, con un grado cómico de ridiculez, pero siempre divertidas, que es lo importante.
En este último punto es donde reside el problema principal de Just Cause 4. Los desarrolladores han cambiado el motor gráfico del juego, ofreciendo paisajes mucho más vastos y con un alcance de visión realmente impresionante. También agregaron nuevas opciones de armamento y modificaciones para tu arsenal. Además, el guión esta vez se centra en la historia de Rico y el trabajo de su padre junto con el villano del juego en esta ocasión. Esto le da la oportunidad de explorar un poco más su personaje, y hasta cierto punto lo logra con relativo éxito. Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, los desarrolladores parecen haber olvidado que la parte más importante de esta saga es la acción, y la diversión minuto a minuto de hacer explotar cosas sintiéndome invencible.
El sinsabor reside en que por cada uno de los aspectos interesantes que esta entrega ha agregado a la fórmula, parece haber dejado algo importante atrás. Por ejemplo, el nuevo motor gráfico es muy capaz, pero la fidelidad gráfica sufrió de gran manera. Sin exagerar, en algunas partes del mapa sentirás que estás jugando algo de la era del Playstation 2, en especial si dichas partes son cercanas al agua.
Al agregar los nuevos modos de disparo a las armas, los desarrolladores han decidido eliminar la existencia de granadas y C4, dos de tus grandes aliados a la hora de causar destrucción en las entregas anteriores. Los nuevos efectos ambientales, como tornados, tormentas de arena y tormentas eléctricas son impresionantes y contribuyen a los mejores momentos en el juego, pero son utilizados en pocas ocasiones y en formas que detienen o entorpecen la acción en vez de proyectarla hacia adelante de manera caótica y divertida.
La historia esta vez es bastante simple, como toda historia de una película de acción debe ser para tener sentido. Sin embargo, simple no tiene porqué significar escueto. La principal función de dicha historia simple es introducir elementos interesantes que creen conflicto, y así propiciar secuencias de acción memorables. Desgraciadamente, nada de eso sucede durante la historia principal, que a pesar de ser más personal esta vez, sus misiones se siente más como una lista de quehaceres que como un enfrentamiento épico.
Mundo grande, mundo pequeño
Como mencioné anteriormente, el punto de venta más anunciado en esta entrega es su nuevo motor gráfico. Este, junto con nuevos sistemas de física, permiten al jugador explorar enormes secciones del mapa sin encontrar nunca pantallas de carga. De cierto modo, el trabajo logrado es impresionante desde un punto de vista meramente técnico. El problema reside, sin embargo, en que este gigantesco mundo se siente completamente vacío la mayoría del tiempo.
Desde sus playas tropicales hasta picos nevados, atravesando desiertos arenosos y tupidas junglas, la geografía del país ficticio de Solís cuenta con gran variedad y se encuentra hermosamente realizado, aun cuando la fidelidad gráfica y los efectos de luz sobre los personajes no es la más impresionante de la actualidad. Esta se encuentra dividida en múltiples regiones, las cuales deberás liberar una a una realizando una misión “principal” en ellas, la cual te dará acceso a tropas suficientes de guerrilla para invadir y conquistar dicha región. La misión por lo general involucra hackear una base militar para obtener algún tipo de inteligencia enemiga, o bien rescatar miembros de la resistencia que han sido secuestrados y escoltarlos a la libertad, por lo que aunque involucran un cierto grado de tiroteos y explosiones, en esta ocasión la destrucción de propiedad militar no es el fin, sino un objetivo complementario.
Este tipo de enfoque se mantiene en casi todas las misiones principales, lo cual es un giro muy extraño y disonante para un juego que permite un gran grado de espectacularidad en la destrucción de vehículos y estructuras enemigas. Pasarás más tiempo buscando palancas que activar y consolas que hackear que combatiendo tropas enemigas en estas misiones, las cuales dejan un leve pero creciente sinsabor acarreado de una a otra.
La mayoría de la exploración, evidentemente, se tenía pensada para realizarse manejando los diversos vehículos a través de las diferentes zonas de Solís. Sin embargo, pudiendo hacer uso inmediato de la combinación de tu gancho, paracaídas y traje aéreo, es poco probable que prefieras manejar un automóvil o buscar algún tipo de vehículo aéreo, aun si puedes ordenar muchos de estos por entrega inmediata luego de realizar algunas misiones. Es una lástima, ya que el juego tiene algunos de sus mejores momentos cuando decides manejar por las carreteras de Solís escuchando las diversas estaciones de radio, todas exponentes de música latina de diversos géneros (y una de las cuales incluso está bautizada en honor a Rico). Algunos eventos espontáneos aparecen sólamente cerca de carreteras y desaparecen si te alejas de ellos rápidamente, lo cual es muy probable si decides volar todo el tiempo.
Otros eventos secundarios pueblan el mapa. Algunos tienen que ver con acrobacias, las cuales involucran cruzar aros utilizando vehículos específicos, a ciertas velocidades o bien utilizando el traje aéreo de Rico. Otros involucran explorar el mapa para descubrir tumbas antiguas que contienen partes de un acertijo. Finalmente, están las misiones de entrenamiento de tropas, en las que debes asistir a un grupo de novatos de la resistencia a completar diversos objetivos. Cada tipo de misiones contribuye a desbloquear modificaciones para las diferentes funciones de tu gancho, pero la recompensa rara vez se siente justificada. Las más interesantes de estas son probablemente las tumbas que se encuentran escondidas a través de todo el país de Solís, revelando un poco de su pasado y casi siempre involucrando algún tipo de acertijo que gira en torno a las físicas del juego.
El resultado final de todos los elementos es un paquete variado pero que no da ningún sentido de logro o emoción al desbloquear una nueva habilidad. La lista de actividades termina sintiéndose más como una lista de compras, la cual debes terminar para llegar a las misiones que realmente avanzan la historia, con la esperanza de que estas sí agreguen nuevos elementos interesantes a la fórmula.
Conclusión
Just Cause 4 es un paquete mixto de elementos que aunque mantiene mucho de lo que los fans esperan de la saga, cambia parte importante de la receta que lo distingue de muchos otros juegos de acción de mundo abierto. Sus problemas técnicos no contribuyen al producto final, el cual parece haber olvidado lo que hacía a sus anteriores entregas tan divertidas de jugar.
Lo Bueno
- Mapa extenso y variado en términos de ambientaciones
- Gran variedad de vehículos y armas
- Impresionantes efectos de explosiones y tiroteos en batallas
Lo Malo
- Misiones monótonas
- Pocos puntos de interés por sección de mapa
- Retos y recompensas poco interesantes
- Historia plana que no contribuye a crear misiones interesantes
Puntaje
- Jugabilidad: 7
- Contenido: 5.5
- Sonido: 8.5
- Gráficos: 6