Análisis de Call of Cthulhu
El mito de Cthulhu, creado por el escritor estadounidense H. P. Lovecraft, ha sido adaptado previamente a videojuego en diversas ocasiones y en distintos tipos de géneros. Han influenciado también juegos modernos como Amnesia: The Dark Descent y Darkest Dungeon con su singular estilo de horror. El estudio Cyanide nos trae ahora una aventura detectivesca con Call of Cthulhu para PlayStation 4, Xbox One y PC con la que busca sumergirnos nuevamente en este oscuro universo.
Enfrenta el miedo a lo desconocido
Ambientado en Boston de los años veinte, Call of Cthulhu narra la historia del detective Edward Pierce quien, luego de un largo período de desempleo y abuso de sustancias, recibe inesperadamente un caso que lo insta a investigar. Acosado constantemente por un pasado trágico en la Primera Guerra Mundial y vívidas pesadillas que parecen profetizar su futuro, Edward se embarca hacia la reclusa isla de Darkwater, donde su investigación creará un choque entre su innato escepticismo científico como detective y las artes ocultas.
La historia de Call of Cthulhu se basa principalmente en la historia homónima, pero contiene también elementos de otras historias de Lovecraft como El Horror de Dunwich y La Sombra Sobre Innsmouth que se desarrollan dentro del mismo universo. Desde este punto de vista, la adaptación que el videojuego ofrece es bastante leal al material fuente y un buen punto de entrada para los que siempre han tenido curiosidad de explorar temáticas lovecraftianas.
Es importante tener en cuenta, sin embargo, que el estilo de horror que encontrarás aquí no es de sustos espontáneos ni de enfrentar a mano armada ejércitos de criaturas sobrenaturales. En estas historias, los protagonistas están dotados principalmente de su valentía, curiosidad científica y, muy frecuentemente, uno que otro objeto relacionado con el ocultismo. El tema central en este tipo de historias es el choque entre realidad e ilusión, y la frecuente víctima en este enfrentamiento es la cordura de los personajes involucrados.
Siendo así su estilo, el trabajo de voces es el factor principal que hace creíble e inmersiva la experiencia. Los diálogos y la forma como son interpretados por parte del elenco son uno de los mejores aspectos del juego, dándole presencia a los personajes que de otra forma pueden lucir muy simples en su fidelidad gráfica.
Este último es un punto importante a señalar. Si bien el diseño artístico es fiel a su género y muy adecuado a las descripciones de Lovecraft tanto para los personajes como para las ambientaciones, visualmente podría confundirse a Call of Cthulhu con un juego de hace una década. Las animaciones de los personajes son simples y se sienten mecánicas, contrastando enormemente con lo mencionado anteriormente del trabajo de voz. Ante esta desconexión entre lo visual y lo auditivo el principal factor que se ve afectado negativamente es la inmersión, y tratándose de una aventura narrativa bastante lineal, esto le resta mucho de su atractivo a toda la experiencia.
Mecánicas vs. Trama
El núcleo de Call of Cthulhu es una historia de detectives que aunque inicia de la misma forma que cientos de otras, poco a poco toma un giro inesperado hacia el oscurantismo y la tragedia. Los elementos que puedes esperar del género están presentes, aunque de una manera muy lineal y limitada.
El juego se divide en capítulos en los que interactúas con los personajes que encuentras en la isla de Darkwater en lo que se podría catalogar como mundo semi abierto, si no fuese porque las zonas son bastante reducidas en tamaño y la cantidad de interacciones posibles es escasa. El propósito de esto es, sin duda, mantener la trama moviéndose de una forma constante y no distraer al jugador con misiones secundarias. El problema, sin embargo, es que esto no fomenta la exploración de los ambientes y tampoco la atención al detalle, dos elementos fundamentales de las historias de detectives.
Los momentos en los que realmente empleas tus dones de percepción se dan de manera predefinida por el guión. En estos, reconstruyes escenas de crimen encontrando detalles en el ambiente que te ayuden a entender qué sucedió, pero dichos detalles se encuentran uno a uno de manera lineal, sin mucho espacio a la experimentación ni a la improvisación. Algunos, incluso, deberás buscarlos tediosamente por toda la habitación, ya que no serán visibles hasta que estés sino a centímetros de ellos, y son indispensables para avanzar. Este enfoque tan limitado hace que este tipo de trabajo detectivesco pierda mucho de su atractivo, comparado con otros mucho más abiertos como, por ejemplo, el caso de L.A. Noire.
El resto de la trama se desarrolla de una manera lineal también. El principal elemento de variabilidad viene en forma de dos elementos: un árbol de habilidades que te permite mejorar habilidades como investigador y momentos de decisión durante la trama. El primero de estos cuenta con atributos como elocuencia, psicología, fuerza física y talento investigativo. Estos te permiten opciones distintas durante los diálogos mediante los cuales puedes intimidar, persuadir o analizar la información que los personajes te brindan y obtener diferentes resultados. Al iniciar el juego, recibes una cantidad de puntos que puedes distribuir en estos aspectos, y al terminar cada capítulo de la historia recibirás más para seguir mejorando tus habilidades.
El segundo aspecto que brinda variedad a la historia es mucho menos explícito. Durante la trama, encontrarás momentos en los que deberás tomar una decisión, casi siembre binaria, luego de la cual el sistema te informa que esto ha cambiado tu destino (sí, como en otras aventuras narrativas, con las cuales tiene mucho en común haciendo a un lado su perspectiva en primera persona). Estos momentos son escasos, y sus repercusiones son tan ambiguas e indirectas que no influyen realmente en tu forma de jugar, lo cual representa una de las oportunidades más desperdiciadas.
Finalmente, el juego cuenta con un sistema de cordura, pero mucho más sutil que el empleado en otros juegos con temáticas Lovecraftianas. En este caso, presenciar algunas situaciones (muchas de las cuales son inescapables) irán aumentando tu nivel de corrupción por parte de las fuerzas sobrenaturales. Esto hace que nuevas opciones de diálogo aparezcan, las cuales te adentran más y más en el mundo de lo macabro hasta llevarte a un trágico final. Una mecánica un tanto simple, en especial tomando en cuenta que dichas opciones de diálogo son opcionales la mayoría del tiempo. El lado bueno, al menos, es que cuentas con varios finales posibles para la historia y, al menos en mi caso, pude utilizar el último checkpoint para observar varios de ellos sin necesidad de reiniciar el juego nuevamente, ya que básicamente están separados por una simple opción de diálogo ante una pregunta final.
Conclusión
Call of Cthulhu es una aventura de misterio que aunque es fiel a su material fuente, no logra distinguirse dentro del género de horror o detectivesco. Sus limitaciones técnicas y de jugabilidad mantienen la trama moviéndose a un ritmo estable, pero sacrifican a cambio mucho de lo que debería involucrar un juego de misterio.
Lo Bueno
- Ambientaciones lúgubres y misteriosas fieles a temáticas Lovecraftianas
- Trabajo de voces y banda sonora muy bien logrados
- Historia interesante llena de giros sobrenaturales
Lo Malo
- Apartado gráfico bastante simple rompe inmersión en algunas ocasiones
- Narrativa sumamente lineal
- Mecánicas detectivescas muy limitadas
Puntaje
- Jugabilidad: 6
- Contenido: 6
- Sonido: 8
- Gráficos: 6