House of Cards: Temporada 6 – Impresiones

Conflictos, controversias y mucha curiosidad por parte de sus fans marcaron la producción de la sexta temporada de la emblemática serie original de Netflix House of Cards. Con un final divisorio para la última temporada y sin planes de continuarla por parte del equipo de producción, ¿cómo llegamos al cierre de esta larga historia de conflicto, corrupción y búsqueda de poder?

¿De Qué Trata?

Luego de la inesperada traición de Claire hacia Frank en la que culmina la temporada anterior, la historia hace un salto en el tiempo a unos cuantos meses después, durante los cuales mucho ha cambiado en el escenario político presidencial de la serie. Frank Underwood está ahora muerto. Claire ha asumido la presidencia. Annette y Bill Shepherd, sus viejos conocidos, se convierten en los nuevos rivales de los cuales deberá defenderse si desea mantener su poder político.

A pesar de distanciarse completamente de los pecados de su ex marido, estos continúan acechando a Claire y la convierten en el centro de muchos escenarios conflictivos. Intriga, alianzas estratégicas, intentos de asesinato y muchos enfrentamientos indirectos caracterizan esta temporada. Como es de esperarse, también, está dotada de su usual dosis de profundo cinismo y personajes complejos, cada uno con sus propios intereses y siempre en busca de status e influencia.

Lo Bueno

El elenco (casi) completo de House of Cards regresa con su talento actoral experto y podemos una vez más apreciar sus interpretaciones con todo gusto. La producción ha mantenido bastante de la calidad en cinematografía y edición que caracterizan la serie. El guión, en esta ocasión, puede decirse que se adapta para traer a colación temáticas actuales de la atmósfera política estadounidense que no habían sido exploradas con mucha profundidad anteriormente. Cuando estas funcionan, lo hacen de una manera que puede inspirar conversaciones interesantes.

Lo Malo

Primero, hablemos del factor más importante que ha afectado la calidad de esta temporada: la ausencia de Kevin Spacey como el icónico Frank Underwood. Si estuviste al tanto del mundo del entretenimiento durante el año pasado, sabrás que un movimiento social bastante grande denunció actos de acoso sexual que plagaban la industria cinematográfica desde hace ya muchos años en Hollywood. Entre los actores denunciados, uno de los casos más prominentes fue el de Kevin Spacey, quien tras admitir los cargos en una de las peores disculpas jamás hechas, fue inmediatamente despedido y separado de todas las producciones en la que se encontraba trabajando y esto, evidentemente, incluye la sexta temporada de House of Cards.

Houseof Cards - Reemplazo
Aunque este no fue el más drástico de los rechazos que tuvo.

Esta es la razón por la cual es probable que los escritores de la serie se vieron obligados a hacer grandes cambios para remover hasta la última pizca de presencia de Kevin Spacey (actor) de la serie mientras, de alguna manera, aludían constantemente a la influencia de Frank Underwood (personaje) sobre los hechos de la trama. Una tarea nada fácil que debió ser una de las primeras señales de que tal vez la mejor opción en este punto era detener por completo la producción de la serie, en vez de intentar producir lo que se asemejaría a una temporada de Breaking Bad sin Walter White. A pesar de todo, el equipo siguió adelante y produjo uno de los guiones más bizarros que la televisión moderna haya podido presenciar, donde todo tipo de artilugios y justificaciones han sido utilizadas con el fin de no cometer el pecado capital de hacer referencia a Spacey, desde su apariencia hasta su voz.

El arco narrativo se centra, esta vez, completamente en Claire Underwood. Esto es algo que muchos fans podían predecir para esta temporada y que se veía venir desde los capítulos finales de la anterior. Sin embargo, es probable que dichos fans concuerden en que lo que hace este cambio interesante es lo mismo que siempre ha marcado la relación de los Underwoods: cómo a pesar de su enfoque pragmático y egocéntrico, cada uno saca a relucir lo mejor del otro.

House of Cards - Frank y Claire
“Lo mejor” desde un punto de vista maquiavélico, obviamente.

La ausencia de Frank como contraparte de Claire y el giro tan abrupto que se decidió darle a esta hacen que la historia se sienta altamente inconsistente. Esto es exacerbado por la utilización de mensajes feministas torpemente explícitos y simplistas, en especial tratándose de una serie que siempre ha sabido tratar este tipo de temáticas de una forma muy orgánica y natural.

Muchos de los momentos más drásticos de la trama, además, no parecen tener repercusiones de un capítulo a otro, creando una sensación inescapable de pérdida de realismo que arruina por completo la credibilidad de la trama. El final de temporada es probablemente el mejor ejemplo de este problema, donde muchos hilos argumentales quedan sueltos, la situación de desenlace es ridículamente absurda y, para desgracia de sus fanáticos, resulta también completamente insatisfactoria. La culpa de esto es probablemente una producción cancelada antes de tiempo, ya que en vez de los habituales trece capítulos esta temporada culmina con solamente ocho, sin planes de renovación.

Veredicto

La temporada final de House of Cards es probablemente uno de los eventos más decepcionantes en la historia de la televisión moderna, en especial para los fans que la han acompañado desde hace ya más de cinco años. Sus muchos agujeros argumentales, pésimo uso de temáticas actuales y el sinsabor de su final hacen de esta temporada algo verdaderamente memorable, aunque seguramente no de la forma como los escritores y actores hubiesen deseado.