Análisis de Shadow of the Tomb Raider
El tercer y último capítulo en esta encarnación de la saqueadora de tumbas más famosa del mundo ha llegado en Shadow of the Tomb Raider para PlayStation 4, Xbox One y Microsoft Windows. Con altas expectativas y muchas promesas para este cierre de la trilogía, ¿podemos decir que nos deja satisfechos?
Evolución Natural
Como es de esperarse, Shadow of the Tomb Raider acarrea lo mejor de las entregas anteriores como su enfoque de mundo abierto, su sentido de la aventura y su excelente caracterización de personajes, principalmente de la icónica Lara Croft.
Las mecánicas a las que te has acostumbrado, y que son comunes en las aventuras de acción en tercera persona, están de regreso de forma prácticamente intacta. Lara puede correr, saltar, escalar y combatir con una movilidad muy precisa y con animaciones expertamente manejadas. Los controles han sido ajustados un tanto para hacer el uso de ítems en combate más ágil, pero fuera de esto, mantenemos mucho del estilo que ha caracterizado la saga en sus primeras dos entregas.
Los elementos de RPG también se han mantenido, otorgándote puntos de habilidad cada vez que alcanzas nuevos niveles de experiencia. Estos te permiten obtener ventajas sobre tus enemigos en combate, mejorar tus habilidades de asesino silencioso o bien facilitarte la exploración y la fabricación de nuevo equipo, según sea tu preferencia. Los puntos de habilidad puedes distribuirlos como desees. Algunos de ellos, sin embargo, sólo podrás obtenerlos completando tumbas de desafío, las cuales también regresan y mejores que nunca.
Esta vez, Crystal Dynamics ha decidido incluir la posibilidad de regular la dificultad del juego según juzgues necesario. Al iniciar tu aventura, puedes seleccionar qué tan desafiante deseas que sea el juego en términos de combate y exploración por separado, ofreciendo así, por ejemplo, la posibilidad de aumentar la dificultad de las tumbas al remover guías visuales que te indican hacia dónde avanzar, pero manteniendo el combate de una manera simple, si esa fuese tu preferencia. Estos cambios son completamente opcionales y puedes reajustarlos a mitad del juego, ofreciendo más opciones al jugador con las cuales disfrutar de su aventura.
Otra gran adición es sin duda el modo de fotografía, el cuál debería convertirse en un estándar de la industria para todos los juegos modernos. Ahora cuentas con una opción que te permite tomar fotografías de tus viajes y modificarlas con un número de efectos y ajustes, permitiendo, por ejemplo, que Lara haga su tour de selfies a través del mundo.
Las ambientaciones, por su parte, son de lo mejor que un juego de aventuras tiene para ofrecer hoy en día. Aunque el mundo no es tan “abierto” como en otras entregas, el nivel de detalle que contiene y la mezcla audiovisual que produce es impresionante. Con un buen set de audífonos y una pantalla de buena calidad, disfrutarás ampliamente del apartado gráfico ya sea en los intrincados templos de inspiración maya e inca, así como en las amplias zonas de jungla repletas de color y sonidos de la fauna salvaje amazónica. No cabe duda que los desarrolladores de Crystal Dynamics se lucieron en su trabajo desde el punto de vista artístico.
Otro aspecto a rescatar es el impecable trabajo de voces, tanto por parte de la titular Lara Croft (a cargo de Camilla Luddington) y su compañero de aventuras Jonah (Earl Baylon) como del resto del elenco, quienes no sólamente lograron traer mucha emoción a sus personajes a través de su actuación, sino que incorporaron actores de diversas nacionalidades e idiomas, dándole mucho más realismo a la ambientación suramericana. Muchas líneas, incluso, se mantuvieron en maya yucateco, para el cual el equipo de producción realizó toda la investigación y grabación de diálogos.
Una historia más oscura
Como mucho del material promocional parecía indicar, esta entrega tiene un tono más oscuro que las anteriores. Lara es ya una aventurera experimentada (además de muy suertuda, debo agregar) por lo que su supervivencia no es el punto focal de la historia. Esta vez, su eterna rivalidad con la organización secreta Trinity la lleva a ser la causante de catástrofes de magnitudes apocalípticas, todo dentro del marco místico sobrenatural que los juegos siempre han tenido.
Desde muy temprano en la historia principal, temáticas como la muerte, arrepentimiento y aprecio por las cosas que nos hacen parte del mundo toman la escena, a veces de forma sutil, otras de forma muy explícita. Esta es la aventura más personal de la trilogía para Lara, y la enfrenta a decisiones que nos hacen apreciar su carácter de una manera más humana gracias a que ha sido explorada con más profundidad.
Dicho esto, la siempre inescapable disonancia ludonarrativa también está presente esta vez. Lara es una dulce y amable joven fascinada por las culturas antiguas y su legado cultural, pero todo eso cambia en un instante, convirtiéndose en una despiadada asesina en masa en el momento en que los soldados de Trinity entran en escena. Una cinemática en particular, más o menos a la mitad de la historia principal, nos da indicios de una Lara completamente desensibilizada ante la violencia y matanza de la que toma parte, y más aún, completamente cómoda y anuente a ella. Este giro no sería necesariamente un problema desde un punto de vista narrativo si no fuese porque, por motivos de continuidad del guión, la próxima vez que encuentra rodeada de gente, Lara vuelve a ser la dulce jovencita que conocemos, como si nada hubiese sucedido. Esta es probablemente la oportunidad que más se siente desperdiciada en cuanto a guión.
El cierre de una trilogía
Desde el inicio esta iteración de su aventura en el 2013, hemos podido observar el crecimiento de Lara Croft hasta convertirse en la temeraria aventurera que protagoniza Shadow of the Tomb Raider. Iniciando su odisea con la simple misión de seguir los pasos de su padre, Lara ha aprendido, casi siempre a las malas, a valerse por sí misma en un mundo lleno de misterio, aventura y violencia.
Como mencioné anteriormente, esta es probablemente la entrega en la que mejor se exploran los demonios internos contra los que nuestra protagonista ha batallado toda su vida. Es entonces interesante ver cómo esta historia cierra ese círculo para el personaje, ofreciéndole un final a sus asuntos inconclusos. Dicho final, precedido como es de esperarse por una intensa y épica secuencia de acción, probablemente no será de agrado para muchos, y es comprensible. De alguna manera, mirando hacia atrás, se siente que mucho del potencial de la serie nunca llegó a alcanzarse, al menos no de la misma forma que otros juegos contemporáneos lo han hecho.
Estas limitaciones también pueden apreciarse desde el punto de vista de mecánicas de juego. Muchas de ellas se han mantenido intactas, al punto de que probablemente muchas secciones del juego son indistinguibles entre las tres entregas. Algunos problemas como el combate a mano nunca fueron mejoradas, y el nivel de dificultad varía de forma muy dramática dependiendo del tipo de jugador que seas y los ajustes que hayas implementado. Aún así, podemos decir que esta es la mejor de las tres entregas al día de hoy, y si eres fan de la saga, es una fácil recomendación gracias al fantástico trabajo que los desarrolladores han puesto en ella.
Lo Bueno
- Ambientaciones audiovisualmente impresionantes
- Mecánicas pulidas y perfeccionadas
- Movilidad y control impecables
- Historia interesante con tonos oscuros cierra adecuadamente la trilogía
Lo Malo
- Muy similar a los anteriores
- Problemas no resueltos de incongruencia entre mecánicas y guión
- Final puede no ser satisfactorio para muchos
Puntaje:
- Jugabilidad: 7
- Contenido: 7
- Sonido: 9
- Gráficos: 9
