Análisis de The Messenger
Si hay un juego que es inspiración para muchos juegos en plataforma, definitivamente es Super Mario Bros. Por un lado es una lástima que no hayan más casos de inspiración en juegos como la clásica saga de Ninja Gaiden, un título que requería de tu precisión por cada paso que tomabas, todo un pináculo en dificultad y jugabilidad. No fue hasta que The Messenger intentó gravitar su dirección a la trilogía clásica de Tecmo, Ninja Gaiden, eso sí, con toques muy únicos llenos de humor y mucha precisión.
The Messenger es un juego de plataformas y exploración en 2D desarrollado por Sabotage y distribuido por Devolver Digital. Se lanzó para PC y Nintendo Switch. Para esta ocasión probamos la versión de Switch con una copia provista por Devolver.
Jugabilidad
Como fan de Ninja Gaiden, estoy muy a gusto con The Messenger, particularmente con su estilo que, como dije anteriormente, crea su propia fórmula. Aquí te desplazas por niveles lineales llenos de demonios y monstruos, consigues habilidades y derrotas los jefes de turno. Eso sí, requiere de mucha precisión con el manejo de la espada y el salto.
La habilidad más importante es el Paso de nube, la cual te permite utilizar un salto adicional al golpear un enemigo, proyectil u objeto en el aire. Esta maniobra se vuelve vital para muchos niveles donde ocupas cruzar golpeando proyectiles hasta llegar a una zona segura. Con el tiempo aprendes habilidades para planear, aferrarte de las paredes o incluso impulsar horizontalmente con un gancho que te ayudarán a perfeccionar los movimientos.
The Messenger tiene una precisión con los controles impecable y envidiable. El mensajero ninja atacará y saltará cuando le indiques y el apartado sonoro también es importante para indicar al jugador el daño recibido o cuando se acerca un ataque.
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— Leo S Luna (@Le05Luna) 26 de septiembre de 2018
El juego tiene una dificultad medida, al menos en la primera parte. Primero te enseña las habilidades básicas y una vez que las domines te lanza a niveles más castigadores. Por lo menos hay puntos de control a través de los niveles muy bien colocados, ya sea antes de obstáculos difíciles de avanzar o antes de una pelea de cada jefe. Esto permite que mejores cada vez que mueres al intentarlo. Ah sí, en algunos puntos de control puedes comprar habilidades nuevas y hablar con el tendero para saber tips de combate.
Aquí viene un parte graciosa, al menos para el estudio. Cada vez que mueres, un demonio llamado Guapifeo te revivirá, pero este te cobra por unos segundos con la monedas del juego que recoges para mejorar al ninja. Es un incentivo menos complicado que las típicas vidas. El otro aspecto terrible es que Guapifeo te desmotiva cada vez que mueres, así que se vuelve un factor psicológico. Según él, llegué, llegué a morir 422 veces.
Contenido
No es broma, esta es una de las mejores narrativas del año. The Messenger juega mucho con mitologías y ciencia con tonos muy serios y de repente te tira chistes en las situaciones más absurdas con los personajes más humanos que puedes conocer.
La trama va así. En la última ciudad, en una aldea lejos de los peligros, entrena un grupo de ninjas con la intención de prepararse ante un cataclismo de un ejército demoníaco que amenaza con acabar con la humanidad. Aquí es cuando un ninja irresponsabile y altanero termina siendo El Mensajero que debe llevar el pergamino al Guerrero Legendario que salve a todos.
En el camino te vas topando distintos personajes con historias hilarantes, especialmente los jefes y el tendero que te ayuda a mejorar. El tendero tiene puntos de control a lo largo de los niveles que conectan a una habitación que rompe el espacio y tiempo. Entres donde entres, siempre terminas en el mismo lugar. Además de venderte cosas, este cuenta aspectos sobre cada nivel y el jefe de turno pero lo hace de forma muy épica, tirando muchas indirectas a los tropos típicos de los videojuegos. La historias que cuenta son moralejas muy profundas que te hacen reflexionar y a su vez te ríes por la forma en cómo te las cuenta. Mi favorita fue sobre una princesa que aprendió a valerse por sí misma tras pasarla mal con un primer amor, muchas de estas te cuentan la historia y te salen con un domingo siete fuera de serie o que nos sorprenden.
Además de seguir avanzando en los niveles, puedes recoger unos sellos de poder que te ayudan obtener un objeto especial. El objeto final a obtener no fue tan poderoso como yo pensaba, pero si quieres tener un reto adicional, puedes recogerlas. Estas ponen a prueba tus habilidades, desde vacíos con enemigos que utilizas únicamente para llegar al lugar, hasta trampas que debes esquivar a tiempo y alcanzar el medallón.
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— Leo S Luna (@Le05Luna) 26 de septiembre de 2018
Los niveles son muy variados y cada uno se define por su propio mundo. Desde una montaña nevosa, un bosque lleno de hongos peligrosos, catacumbas, una ruta de bambú, entre muchos otros.
Un aspecto importante a mencionar es que hay un enorme factor sorpresa de muchas cosas que ni siquiera en trailers se vio, hablo de ese modo en 16-bits tan extraño. La primera parte del juego pasas en un mundo de 8-bits. Luego, por un serie de eventos, el juego se torna un poco más complejo, permitiéndote ir al futuro en el mundo de 16-bits. A partir de aquí la dirección lineal del juego cambia drásticamente para convertirse en una aventura de exploración.
La segunda parte del juego, sin arruinarles detalles de la trama, considero que puede frustrar la experiencia a más de uno. Esto porque el juego se abre a una exploración más amplia de los lugares, con la posibilidad de viajar entre el futuro y el pasado. Si bien esta es una maravilla en diseño artístico y de niveles, con el tiempo sentirás que el juego no está diseñado para ser un Metroidvania (o dicho de otra forma, aventura de exploración) y te hace perder mucho tiempo devolviéndote a lugares para conseguir objetos y cumplir misiones, todo esto con puntos de teletransportación muy alejados de casi todos los lugares donde ocupas ir.
Eso sí, después de todo ese retroceso verás uno que otro nivel nuevo. Quizá jugándolo en el modo portátil la segunda parte del juego se puede sentir menos pesada, pero sí siento que todavía pudo haber tenido un mejor balance.
La tercera y última parte se vuelve toda una montaña rusa, con gran trama y dificultad suprema. Si eres paciente podrás encontrar oro en el camino de una historia épica. Quizá ese retroceso constante del juego sea por algún motivo especial. Al final la campaña demora un poco más de 10 horas y hasta 12 aproximadas si intentas conseguir todos los sellos de poder.
Gráficos
El juego goza de mucho detalle en cuanto a su dirección artística. Todos los niveles, enemigos y personajes fueron diseñados de pies a cabeza tanto en “8-bits” como en “16-bits” con sumo detalle en ruinas, movimiento de los personajes y demás. Hacer esto no es tarea fácil. De hecho no es fácil lograr un apartado visual similar al Sega Master System o NES y el de 16-bits como de una Sega Genesis/Mega Drive o SNES.
Aunque, por supuesto, su ventaja radica en la mayor cantidad de espacio que este juego tiene en comparación con juegos de antaño. Esto ayuda a que veamos distintas paletas de colores. Desde un atardecer con todos los tonos rojizos matizando en las montañas, un pantano lúgubre y peligroso, un bosque bambú verduzco lleno de cataratas y mucho más. Aún si la segunda parte del juego se vuelve un poco más tediosa, es fantástico volver a pasar los niveles para ver las versiones de cada nivel en su versión de “16-bits”.
Cuando logras viajar por el tiempo, encontrarás distintos portales a lo largo de los niveles en donde podrás viajar entre las dos eras de 8 y 16-bits de forma fluida. Puede que me haya encontrado algún problema de rendimiento al subir por ciertas escaleras y paredes, pero son escasos los momentos.
Sonido
Sin duda alguna, el apartado sonoro está muy bien logrado. Desde los efectos hasta la banda sonora. De la misma forma que con la dirección artística, la música compuesta por Rainbowdragoneyes cambia según en la época que estés, ya sea al estilo de “8-bits” o el de “16-bits”. Estas transiciones musicales se realizan de forma limpia sin cortes algunos. Son melodías con mucha adrenalina que curiosamente van con el ritmo de los enemigos y del juego, llenas de percusión y guitarras “pixeladas”. Justamente fue uno de los motivos por el cual continuaba jugando, para disfrutar de su banda sonora.
Los efectos sonoros están en perfecta sincronía con las animaciones. Estos son vitales para escuchar el impacto de nuestros ataques o el ataque de nuestros enemigos, lo cual nos sirve para calcular nuestras acrobacias entre los proyectiles y obstáculos. Los mismos creadores de Ninja Gaiden hasta se sienten orgullosos, es en serio, pueden ver este video de ellos mismos probando el juego. Sí debo decir que lo que son algunos efectos de voz no se sienten tan retro, pero tampoco se sienten disonantes con el resto de apartado sonoro.
Conclusión
The Messenger es un juego con mucha adrenalina, dificultad, buen humor y mucha vida en su apartado audiovisual. Es un gran ejemplo a seguir de un juego que se inspira en una mecánica olvidada para crear una propia a su favor. Es un logro en diseño de niveles y uno de los mejores plataformas del año, quizá no tanto como aventura de exploración.
Lo Bueno
- Excelente juego de plataformas que requiere de precisión.
- De las mejores bandas sonoras del año.
- Apartado visual inspirado en 8 y 16-bits con sumo detalle en cada nivel.
- Graciosa narrativa llena de tropos y grandes historias que vuelve los cuadros de texto bastante relevantes.
Lo Malo
- Segunda parte del juego puede volverse un tanto tediosa.
Puntaje:
- Jugabilidad: 9
- Contenido: 7
- Gráficos: 9
- Sonido: 10
