La Forma Del Agua – Impresiones

El director Guillermo del Toro se ha caracterizado durante su carrera por su fascinación con las historias de fantasía, horror y monstruos. Con La Forma del Agua, su última entrega, despliega con maestría todo su talento para sumergirte en un mundo misterioso y oscuro, pero a la vez lleno de belleza y calidez.

¿De Qué Trata?

Elisa (Sally Hawkins) es una empleada de limpieza que trabaja junto a su amiga Zelda (Octavia Spencer) para una organización del gobierno de los Estados Unidos donde manejan proyectos de alta confidencialidad durante los años sesenta. Sus días están llenos de orden, cotidianidad y hasta cierto punto, monotonía. Su única relación de amistad fuera del trabajo la encuentra en su vecino, el ilustrador y amante de los gatos Giles (Richard Jenkins). Sin embargo, todo esto cambia un día  luego de una transferencia ultra secreta de un espécimen al centro de investigación. Es así como Elisa conoce a esta extraña criatura humanoide y rápidamente entabla con ella una relación de confianza y comunicación.

El espécimen, sin embargo, es vigilado de cerca por el prejuicioso, violento y un tanto desbalanceado agente de seguridad Strickland (Michael Shannon). A medida que la relación entre Elisa y la criatura se estrecha, su intención de ayudarlo a obtener su libertad la lleva a una confrontación directa con el agente Strickland, quien es responsable de su cautiverio y de mantener la clandestinidad de la investigación durante el apogeo de la Guerra Fría.

Lo Bueno

Las películas de Guillermo del Toro están caracterizadas por su singular estilo de contar las historias. Su género favorito, sin dudarlo, es el cuento clásico. La Forma del Agua podría ser definida, en cierta forma, como un cuento de hadas para adultos gracias a la manera como combina elementos de fantasía y personajes clásicos de este tipo de historias con temáticas muy adultas como lo son la discriminación, las relaciones que desarrollamos en la vida y, en el caso de esta historia en particular, la sexualidad.

Las interpretaciones por parte de todo el elenco son excelentes, con especial énfasis en Sally Hawkins quien aprendió lenguaje de señas para su papel y Michael Shannon, quien con su actuación logra no sólo sentirse intimidante y traer peso a cada escena en la que se encuentra, sino que también saca a relucir una de las temáticas más recurrentes en las películas de Del Toro, específicamente, ¿qué es en realidad un monstruo?

La dirección, cinematografía y vestuario son impecables, recreando a la perfección ese apariencia retro de la época que, gracias a su banda sonora y su recurrente enfoque en elementos acuáticos, es muy probable que te recuerde Bioshock, aún cuando la historia que desarrolla tiene pocos elementos en común con este videojuego.

Por su parte, el trabajo de maquillaje es impresionante, en especial los efectos prácticos que se implementaron para lograr la singular apariencia de la criatura (quien tiene un gran parecido con Abe Sapien, de la saga de Hellboy dirigida por el mismo Del Toro). Mucha atención al detalle fue puesta en hacer sentir que este ser de otro mundo es una entidad tangible y llena de misterio, lo cual a su vez hace que su relación con Elisa, la cual es el eje central de la película, se sienta real.

Lo Malo

Es bueno aclarar algo desde el inicio: La Forma Del Agua es una película extraña. Contiene escenas de violencia, sexo y un guión muy poco común, en especial cuando consideramos que el tono de la narrativa lo hace sentir como una historia clásica al estilo de La Bella y la Bestia. Esto no le resta calidad a los elementos técnicos ni mucho menos al guión, pero es probable que no vaya a convertirse en la favorita de muchos gracias a su excéntrica mezcla de elementos.

El medio de la película puede sentirse, también, un tanto lento, con una porción que aunque es significativa para la historia en general, no se siente como que avance la trama. Además, una escena en particular llama la atención porque a pesar de ser muy simbólica y llena de sentimiento (en retrospectiva) la forma como inicia puede sentirse un poco fuera de lugar.

Veredicto