War For The Planet Of The Apes – Impresiones

La tercera parte de una de las mejores trilogías modernas, War For The Planet Of The Apes, llega para ofrecernos un sentido cierre a la historia que se desarrolló durante Rise y Dawn. De la mano del director Matt Reeves y con el impecable talento de Andy Serkis (un pionero de la actuación mediante MoCap), ¿qué podemos esperar de esta película?

¿De Qué Trata?

La guerra entre las fuerzas humanas y los simios que siguen a César se desata. Este decide que la mejor oportunidad de supervivencia para su manada es huir del territorio que consideran sus hogares, pero antes de que su plan inicie enfrenta una pérdida desgarradora. Guiado por sed de venganza, César buscará al líder del ejército humano con el fin de asesinarlo.

La situación se complica cuando su manada, a quién abandonó en su búsqueda de retribución, es puesta en peligro mortal y necesita de su guía para sobrevivir.

Lo Bueno

Al igual que las dos primeras entregas, el trabajo de parte del equipo técnico y el reparto es verdaderamente impresionante. El CGI de alta calidad junto con la tecnología de captura de actuación que se utiliza para dar vida a los simios no solamente los hace creíbles cada segundo que estos están en pantalla, sino que les otorga una expresividad pocas veces vista en personajes animados por computadora. Esto es en gran parte gracias a un guión que no desperdicia palabras en favor de un enfoque “no lo digas, muéstralo”.

Desde el inicio, es evidente que aunque existe una amenaza bélica tangible en la historia, el verdadero enfoque es el conflicto interno de César. Este se muestra más viejo, su esperanza de paz completamente erosionada por las experiencias que hemos presenciado en las películas anteriores (que le agregan un peso enorme a sus decisiones) y consumido por el odio que ahora siente por los que buscan dañar a su grupo. Sus colegas más cercanos, quienes lo han acompañado desde el principio, toman un rol importante al ofrecer a César la compañía y guía que necesita para no sucumbir a sus instintos más oscuros, además de ofrecer algunos momentos de levedad necesarios ante tan oscura historia.

Lo Malo

Aunque el ritmo al que se desarrolla la historia es constante, hay una buena parte durante el segundo acto en que esta desacelera para presentarnos de forma muy “en tu cara” las motivaciones del antagonista (Woody Harrelson) y su facción. Algunas escenas que contribuyen a la narrativa le ponen casi un alto a la historia para casi sobre explicar partes de la trama. Estas, aun cuando son importantes, han sido generalmente tratadas con más sutileza en el pasado, lo cual hace que se sientan un poco fuera de lugar.

Veredicto