Alien Covenant – Impresiones

¿Quién fue nuestro creador? Creo que es la pregunta que todo científico se ha hecho alguna vez. Incluso artistas como Ridley Scott, el mítico director de la saga Alien, ha transmitido con dicha franquicia una visión no muy alentadora de nuestros orígenes, pero bastante convincente. En esta secuela de Prometheus, Alien: Covenant, Scott hace un intento de postular su propia idea sobre el origen del ser humano, pero que a la larga se vuelve insufrible, predecible y plana. ¿Acabo de decir que el filme no es nada bueno desde mi punto apreciativo del cine? Claro, pero sólo déjame explicarte el porqué.

¿De qué trata?

En un futuro lejano, una corporación en la Tierra ha decidido enviar una tripulación para buscar un planeta específico rico en recursos con el objetivo de asentar una nueva civilización humana, a este concepto le podemos llamar terraformación. Una serie de eventos inesperados (dígase inesperados entre comillas y resaltado en negrita) hace que la tripulación se detenga a explorar otro planeta que ha estado enviando aparentes señales de vida humana. Obviamente las cosas no pintarán bien cuando echas por la borda tu objetivo principal por ir a curiosear un planeta de peligros desconocidos.

Lo Bueno

Como es habitual, la producción de Ridley Scott hace su mejor intento con una escenografía bastante cautivadora y con planos secuenciales bastante impresionistas que nos invitan a ver páramos lúgubres y desolados. El arte conceptual es bastante bueno, a primera vista.

El androide (Michael Fassbender) es un personaje interesante. Este se enfrenta con cuestiones que nos invitan a pensar sobre qué tan necesaria es la vida en el universo y lo frágil que puede llegar a ser un humano. Pero no me emocionaría mucho con respecto al resto de la película.

Lo Malo

El filme peca fuertemente por su complicado guión y las actuaciones tan planas de la mayoría de los actores. Todo el desarrollo se siente forzado, con decisiones y motivaciones burdas hasta más no decir. Es como si quisieran llevarnos a un punto de la película para explicar la razón del porqué bajaron a un planeta no correspondido pero de un modo forzado, lento y predecible.

Los actores son simples herramientas que no llevan a una clara decisión. Todos giran en torno a un personaje en particular, sin darle plano suficiente al supuesto protagonista de la película. Cuando digo protagonista me refiero al que aparece en el título de este largometraje. Esto bien puede causar cierto desinterés por la trama o un insufrible dolor de cabeza, más cuando ves acciones tan predecibles al punto de la desesperación de gritarle a los actores “¡Ya lo sabía!”. Se siente como si trataran a la audiencia de ingenuos en cierto modo.

Las secuencias de terror son poco efectivas y no muestran claramente lo que sucede. Los diálogos hacen un intento de ser interesantes, y lo son en su propio mundo, pero no presentan coherencia con el desarrollo.

Veredicto